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MAYA-ESFERA: BIOGRAFIAS DE NUESTROS HEROES

Discussion in 'FanFic' started by Skullmar ENG, Apr 15, 2019.

  1. Skullmar ENG

    Skullmar ENG Well-Known Member

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    Programa: Biografías de nuestros héroes

    Canal Maya-Esfera IV “Tu canal de habla hispana”

    Extracto de la entrevista de Marie Jolie al coronel David Andrade, alias Skullmar.





    - No, Marie, gracias a ti por haber venido hasta Paradiso para la entrevista con la que está cayendo. Para mi es un honor y espero que sirva para dar a conocer mejor el trabajo que estamos haciendo aquí por el bien de toda la Esfera Humana.



    - Coronel, no se ponga tan trascendental y cuéntenos primero detalles jugosos de los que le gustan a la audiencia ¿es cierto que desciende usted del primer grupo colonos de Neoterra?



    - Yo no creo que haya que clasificar a nadie por su origen dentro de la Confederación de Panoceanía, pero sí, es cierto. En 2072, cuando se descubrió Neoterra, mi bisabuelo era un hombre joven. Quizá esa juventud le hizo superar el extremo escepticismo que flotaba en el ambiente durante las primeras decisiones del plan para colonizar el nuevo planeta. El fracaso de las naves colonizadoras Amanecer y Aurora no se había olvidado y no era fácil encontrar voluntarios. Al contrario que en el caso de Amanecer, esta no sería una misión multinacional sino que estaba en manos exclusivamente de la joven macronación Panoceanía y estaban reclutando colonos de entre los países de la confederación.



    - ¿De dónde venía su bisabuelo y por qué cree que lo eligieron?



    - Pues mira, venía del sur de Europa como la mayoría de los primeros colonos. La población de las regiones más ricas, como Australia, Chile, Brasil o Germania, no estaba dispuesta a correr el mismo destino que en la primera colonización humana a otro planeta fuera del sistema solar. Así que los primeros colonos fueron de las eurorregiones de Hispania, Itálica y Balcania, junto a gentes de India e Indonesia. Como estaba recién casado y tanto él como mi bisabuela tenían buena formación, eran unos candidatos ideales. Mi bisabuelo Alejandro Andrade era zoólogo y mi bisabuela Irene una joven oficial de la unidad militar de emergencias de Hispania. Dos buenos perfiles para colonos.



    - ¿Y cómo sobrevivieron a la catástrofe de Solitudo?



    - Uy, eso es un salto considerable en la historia, pero pongámonos en situación. Después de un duro entrenamiento, un larguísimo viaje y un milagroso aterrizaje, los colonos montaron su campamento alrededor de la nave en la isla de Solitudo. Había sido elegida por su clima suave y sus numerosos recursos naturales, ya que los colonos deberían sobrevivir allí cerca de dos años antes de que la siguiente nave llegara desde la Tierra. Pero algo ocurrió. Hay muchas teorías. Mi bisabuelo decía que un colega suyo del laboratorio que investigaba enfermedades de plantas fue el culpable. El caso es que, a los meses de estar allí, las plantas de la isla empezaron a morir. Al principio parecía algo local, pero se propagó muy rápido y, con el paso del tiempo, los recursos naturales del entorno empezaron a escasear. Mi bisabuela, que se había quedado embarazada al poco de aterrizar [la euforia de la supervivencia – sonrisa pícara], dio a luz en un ambiente de desesperación y discordia. Con los víveres de la nave terminados, empezaron los enfrentamientos y los colonos se separaron en diferentes grupos que recorrían la isla en busca de comida. Cuanto más se alejaban de la nave, más rápido comprendían el alcance de la tragedia. La muerte de la vida en la isla se extendía muy rápido y prácticamente sólo encontraban plantas consumidas y animales muertos. De vez en cuando había suerte, pero cada vez con menos frecuencia y muchos de los grupos empezaron a morir de hambre. Mi bisabuelo propuso a su grupo dirigirse hacia una alta montaña de color ocre claro que se había bautizado como Pico Rubio porque tenía la teoría [o al menos él contaba que fue su idea] de que esa plaga no podría propagarse a bajas temperaturas. Subieron allí y, efectivamente, la flora no estaba afectada, aunque era escasa. Fueron capaces de sobrevivir varios meses, pero las bajas temperaturas y unos insectos venenosos se cobraron la vida de algunos de ellos, incluida mi bisabuela. Por ironías del destino, pocos días después de su muerte llegó una nave del segundo convoy de colonos para rescatarlos.



    - ¡Qué me dice! ¡Vaya drama! ¿Y cómo salió adelante su bisabuelo?



    - Tuvo que ser muy duro. Supongo que, cuando subió a la nave con el bebé en sus brazos, tendría el corazón destrozado. Pero probablemente fue su hijo, mi abuelo Eduardo, el que le dio las fuerzas para seguir. Les ofrecieron rehacer su vida en cualquiera de los cuatro nuevos asentamientos.



    - ¿Cuatro? Pero usted dijo que vendría una sola nave a los dos años.



    - Sí, ese era el plan. Pero, una vez superados los temores de la primera colonia, la mayoría de las grandes potencias de Panoceanía, con el apoyo de múltiples inversores privados, decidieron invertir en una nave de colonización propia: Los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda establecieron una colonia en el continente de Lux, los gobiernos del Índico (India, Malasia e Indonesia) en el archipiélago de Spes, el gobierno de Chile en colaboración con Germania, fundó la ciudad de Santiago de Neoterra en Aquila y, por último, el gobierno de Itálica con una fuerte financiación del Vaticano y la colaboración de Hispania, se establecieron en Pax. Y a ese primer asentamiento hispano-italiano, San Giovanni di Neoterra, es a donde se mudaron mis antepasados. Allí, mi bisabuelo estuvo trabajando en varios laboratorios, viendo como iban llegando naves cada año que se añadían como nuevos barrios a la pequeña ciudad. Si alguien ha visitado el barrio de Bellosguardo en San Giovanni aún puede observar las primeras estructuras coloniales.



    - ¿Y vivieron allí muchos años?



    - No, porque mi bisabuelo no podía dedicarse a fondo a su pasión, la zoología, y estaba esperando una oportunidad. La llegada de cada vez más naves de la Tierra no sólo incrementó el tamaño de los primeros asentamientos, sino que también se fundaron más ciudades. Una de ella fue Puerto Blanco en el archipiélago de Gratia y que hoy se conoce como Puerto Antiguo, junto a la ciudad de Novaria. Allí, los gobiernos de las eurorregiones, liderados por Hispania que había recibido la jurisdicción de las zonas de Gratia y Serenitas, habían fundado un gran centro de investigación biológica para estudiar la flora y fauna del planeta. Así, cuando en San Giovanni aún estaban planeando la hoy famosa catedral de San Juan de la Cruz, mi bisabuelo y su hijo se mudaron a Puerto Antiguo para estudiar los lagartos coloso y otras fascinantes criaturas. ¡Cómo hubiera disfrutado mi bisabuelo hoy con las criaturas de Paradiso!



    - Pero no se desvíe ¿qué pasó después en Puerto Antiguo?

    - Pues mire, los asentamientos de Neoterra crecían a un ritmo frenético por el hambre de los inversores, pero la situación cambió en 2082 cuando se descubrió Acontecemento. El gobierno de Brasil, que por exceso de precaución se había quedado sin parte del pastel en Neoterra, se lanzó como loco a la colonización del nuevo planeta, pero no fue el único. También el de Chile e India pusieron su foco en el fabuloso potencial en recursos del nuevo descubrimiento. Arrastraron consigo a otras potencias sudamericanas y a Filipinas, y el foco sobre Neoterra se redujo. Con esto no quiero decir que no hubiera actividad en Neoterra, los australianos siguieron invirtiendo en Lux, los germanos tomaron la voz cantante en Aquila y, en Pax, el Vaticano empezó a hacerse con el liderazgo, invirtiendo sobre todo en Neoterra City, que años más tarde se renombraría a San Pietro di Neoterra. Sin los recursos prometidos por los gobiernos sudamericanos, Puerto Antiguo se quedó estancada como ciudad y mi abuelo Eduardo, al entrar en su adolescencia, se sintió encerrado en pueblo lleno de científicos que le prestaban más atención a las plantas y los animales que a las personas.

    Mi abuelo recordaba muy bien el año 2089. Mientras escribía su solicitud para la nueva universidad de Santiago de Neoterra, le llegaron las Breaking News de que el gobierno de Panoceanía había decidido trasladar la capital a San Pietro de Neoterra. ¿Por qué tan pronto? Si quiere saber mi opinión fue una mezcla de presiones políticas: Una, político-militar. La tensión con la nueva potencia asiática YuJing estaba creciendo y era tentador llevarse el centro de poder lejos del enemigo. Otra, puro egoísmo neoterrícola. Además del progreso de Acontecimento, se acababa de descubrir en 2088 Varuna y, con tantos nuevos planetas, si se esperaba mucho, alguien podría proponer una capital en otro de ellos. Así que se actuó pronto por política de hechos consumados. Y que no se enfaden mis compatriotas neoterrícolas. Fue la decisión correcta [sonrisa].



    - Y ¿por qué se fue su abuelo a la Universidad de Santiago de Neoterra?



    - El gobierno de Neoterra estaba determinado a ser la punta de lanza en I+D e invirtió muchos recursos en esa universidad, tanto en material como en traerse a los mejores profesores de la Tierra. Mi abuelo Eduardo, que nació rodeado de naves aterrizando y magníficos ingenieros, decidió que era una jugada maestra. Saldría de Puerto Antiguo hacia una gran ciudad y aprendería lo que siempre le había interesado. Estudió allí durante los años noventa. La carrera superior y un doctorado, mientras a su alrededor el mundo cambiaba rápidamente: las macronaves de Tungunska y Bakunin se construyeron y comenzaron su deambular entre planetas, Shentang se convirtió en capital de Yujing y, al descubrirse el agujero de gusano entre Shentang y Neoterra, empezaron la construcción de la circular C-1 financiado por ambas naciones. ¡Qué tiempos y qué avances tan espectaculares!



    - Y ¿qué hizo su abuelo para celebrar el nuevo siglo?



    - Como casi todos los años, voló con su padre a Solitudo y subió a Pico Rubio para estar cerca de su madre.



    - Vaya, lo siento, esperaba una respuesta más festiva.



    - No te preocupes, también tuvo muchas fiestas en Santiago pero no ese día. Por aquel entonces aún no había los famosos clubs que hay hoy, pero el distrito de Santo Ángel ya empezaba a apuntar maneras en lo que a divertirse se refiere. Mi abuelo me contó muchas batallitas de esa época. Pero para serte sincero mi abuelo era mas bien un tipo centrado y, además, quería aprovechar las propiedades que Santiago ofrecía. El principio de siglo trajo consigo muchos centros de investigación privados a la ciudad junto con institutos de formación militar de alta tecnología. El paraíso para un doctor en ingeniería cuantrónica. Su primer trabajo no pudo ser más excitante: se le permitió unirse como ingeniero junior a los grandes expertos del “Proyecto Petaca”. Sí, mi abuelo fue, aunque con una contribución menor, uno de los que fabricaron el primer prototipo de petaca cuantrónica en 2103. Después, los avances se sucedieron de manera vertiginosa en pocos años. En Bourak desarrollaron la síntesis del fármaco conocido como SEDA y, en un proyecto paralelo entre la Tierra y Neoterra y supervisado por O-12, se desarrollaron los primeros cuerpos biosintéticos Lhost. El siglo XXII traía una nueva fase para la humanidad y mi abuelo disfrutó ser parte de ello. Curiosamente su novia, la que sería mi abuela Birgit, era una activista que se oponía a esta tecnología.



    - ¡No me diga! ¿Y cómo llevaba lo de su novio?



    - Pues procuraba tomárselo a broma. Le llamaba “Alephito” porque el año en que nació mi abuelo, el 2074, fue el año en que las naciones reconocieron oficialmente a Aleph como forma de vida artificial y le decía que por eso estaba tan obsesionado con el tema. Además, lo de mi abuela era un poco de rebeldía también. Era la hija menor de un alto directivo germano de la FGA (Franco-Germanique Armements) que se había mudado a Santiago de Neoterra para abrir una filial en la nueva ciudad puntera del I+D. En cuanto cumplió la mayoría de edad se fue de casa y se mudó a Olivar Sur, que en aquel entonces era un simple barrio obrero y de estudiantes y que, por desgracia acabó convirtiéndose en una techno-favela. Desde allí participó activamente en el movimiento Atek.



    - ¡Vaya! ¡Qué historia más interesante! ¿Y cómo siguió la pareja?



    - Queriéndose, pero cada uno a lo suyo. Mi abuelo consiguió un contrato con Omnia Research para el prototipo de una exo-armadura militar. Cuando entró en el equipo, el proyecto llevaba mucho tiempo en marcha en laboratorios de la Tierra y Neoterra y él pudo participar en las mejoras finales de los primeros modelos en producción de las Tactical Armor Gear. Por desgracia, hubieron de probarse casi inmediatamente, en las Guerras Nanotech de 2109. Aún sigo sin entender qué llevó a los EEUU a atacar a Panoceanía, pero estoy seguro de que se arrepintieron cuando vieron desembarcar a los primeros TAGs en su costa oeste como respuesta. En fin, otro capítulo oscuro de las guerras en la Tierra. Mientras tanto, mis abuelos se habían casado [el mismo mes que se descubrió el planeta Concilium - sonrisa] y tuvieron dos hijos. El primero fue mi tío Thomas, que creció en un ambiente de esplendor en Neoterra. El Vaticano había conseguido monopolizar la resurrección, ahora posible con los descubrimientos conjuntos de la petaca, la SEDA y los cuerpos Lhost, y la inyección de dinero y poder se notó especialmente en Neoterra donde se crearon magníficas catedrales, se fundaron las órdenes militares y las calles se llenaron de relucientes armaduras de caballeros de la Cristiandad. Algo más tarde, en 2112 nació mi padre Martín. Espero no aburrirte.



    - ¡No! Siga, siga. Ya llegaremos a lo suyo. Pero todos estos chismes históricos le interesan mucho al público.



    - Pues, para acelerar un poco, le contaré que mi abuelo siguió una vida monótona mejorando las nuevas generaciones de armaduras y TAGs de las fuerzas de seguridad panoceánicas mientras mi abuela seguía manifestándose por el movimiento Atek. Con tanta firmeza en sus principios que fue capaz de convencer a mi abuelo de que no les implantara a sus hijos la Petaca. Aún refunfuña cuando se acuerda de la historia, porque él la desarrolló y sabía que era segura. Otra cosa que le enrabieta es no haber podido participar en el proyecto de desarrollo del camuflaje termo-óptico. Cuando en 2115 estalló el Conflicto Fantasma entre YuJing y Panoceanía contra los Nómadas, está tecnología fue lo más decisivo y robó el protagonismo a todas las demás. Sin embargo, a mi tío le impresionó más el papel de los Caballeros Templarios y sus hackers que cazaban en la red ilegal Arachne. En cuanto cumplió la edad, se mudó a San Giovanni y se enroló en la Universidad de los Templarios.



    - Y su padre ¿qué quiso hacer con su vida?



    - Pues él se acordaba muy bien de que, unas vacaciones, veraneando en casa de mi bisabuelo en Puerto Antiguo, se enteró de que uno de sus amigos de enseñanza secundaria había muerto de sobredosis y decidió enrolarse en la brigada antidrogas de la policía de Neoterra. Salió de la academia en 2137 y, para celebrarlo, se fue con sus compañeros a San Pietro al primer partido de un nuevo deporte de lucha entre robots o Lhosts: Aristeia!. Se lo puede creer, en aquel entonces no era un deporte tan famoso, pero mi padre fue al primer encuentro. Guardó el archivo del ticket toda su vida. En San Pietro conoció a una joven estudiante de cirugía, Claudia Lombardi. Fue un flechazo y pidió destino inmediatamente en San Pietro. Allí se casaron y vivieron una vida cómoda gracias sobre todo a los ingresos de mi madre como cirujana plástica.



    - Sí, de eso me enteré al preparar la entrevista. ¡No me lo podía creer! ¡Su madre es Claudia Lombardi! No creo que haya una sola celebrity en Neoterra que no haya pasado por su nano-bisturí láser.



    - Sí, lo sé. A un tipo duro, un soldado, le pega tener otro tipo de padres. De historial militar por ambas familias. Seguro que además se está preguntando cómo voy luciendo arrugas a los cuarenta y poco teniendo esa madre. Pero así somos los Andrade. Lo siento madre [sonrisa]



    - Perdón por la interrupción y cambio de tema. Me estaba contando de sus padres.



    - Sí, vivieron juntos, pero apenas una docena de años. El 2150 fue terrible para nuestra familia: primero murió mi bisabuelo (que a sus más de cien años aún se encontraba mentalmente fenomenal), luego la prohibición de los Caballeros Templarios hizo que mi tío Thomas desapareciese y, al final del año, mi padre murió en una redada contra el cartel más peligroso de Neoterra. Mi abuelo aún llora pensando en que podían haberlo resucitado si hubiese tenido petaca… En fin, esta historia está entrando en el terreno personal reciente y sólo puedo contarle que mi madre, sumida en la tristeza, se refugió en su trabajo y mis dos hermanos y yo acabamos viviendo con mis abuelos en Santiago. Allí, rodeado de las mejores academias del ejército, es donde desarrollé mi vocación militar. Mientras mi hermano Gabriel quiso seguir los pasos de mi padre, mi hermana y yo nos alistamos en la academia de oficiales Iacobus Point. Allí nos formamos rodeados de los mejores oficiales, veteranos de las Campañas Centroamericanas que nos contaban sus experiencias con los primeros TAGs de presencia remota. Y, en mitad de la formación, explotó la primera Guerra Neocolonial. Los descubrimientos en menos de una década de Paradiso y Borde de la Humanidad, sumados a los años de tensión en Svalarheima, desataron el conflicto por las áreas de jurisdicción. ¡Panoceanía y YuJing estaban en guerra! Te puedes imaginar el ambiente, el patriotismo enfervorizado en la academia.



    - Fue ahí cuando se ganó su sobrenombre “Skullmar”.



    - Sí, en esos tiempos gran parte de la preparación se hacía por simulación y Skullmar era mi nombre de batalla en el simulador. No se me daba mal y solía vencer, así que el nombre Skullmar se hizo famoso pronto por toda la academia. Tanto que hasta mi hermana Marta, que también estaba en el grupo de infantería de marina, acabó heredándolo como cuasi-apellido sin quererlo.



    - ¿Y llegaron a entrar en guerra?



    - No en la Primera Guerra Colonial, ya que terminó con la paz de Accra en 2167, diez meses antes de licenciarnos como oficiales. Pero de la academia salimos destinados a los grupos de proyección de marines de Serenitas y Gratia, que tienen el mando conjunto en la isla de Coronado. Esto fue muy relevante porque, tras un año, empezó la Segunda Guerra Colonial y nuestras unidades fueron desplegadas. Este nuevo conflicto, debido a la frenética actividad de la flota espacial de YuJing se extendió por casi todos los frentes: Paradiso, Borde de la Humanidad, Svalarheima, el Sistema Solar, Varuna y Acontecemento. Se envió a Varuna el escuadrón naval “Isla Terceira” y la brigada de marines “Cerdeña“ a la que pertenecía Marta y, por mi parte, el escuadrón “Bahamas-1782” y la brigada de marines “Pensacola” fue enviada a Paradiso. Se estaba reforzando al gran ejército que defendía los intereses de Panoceanía en el planeta, la Paradiso Control Force, formada por distintas unidades de nuestra nación multiplanetaria. Fue entonces cuando viajé al que ha sido mi hogar hasta el día de hoy. Mi división fue destinada al estado de Gayatri en Septentria, el territorio que estaba bajo protección militar de Neoterra, y en concreto a la ciudad de Vedi. Tras apenas trece años desde el descubrimiento de Paradiso, sólo la capital de Gayatri podía considerarse una auténtica ciudad. Vedi, aunque la ingeniería de colonización había mejorado mucho en un siglo, tenía un núcleo urbano funcional pero los barrios arrabales eran barracones preconstruidos y edificios en plena construcción. Aún me acuerdo cuando desembarqué el primer día y sentí la potente gravedad del planeta y la humedad de su atmósfera.



    - ¿Y cuál fue su primera misión en Paradiso?



    - Fue una misión defensiva. La Segunda Guerra Colonial era brutal. Se luchaba por tierra, mar, aire y en el espacio. Y mi regimiento, el octavo regimiento Panzacola, fue destinado a montar una nueva base militar en la costa junto a la frontera con la provincia haqqislámica de Asyut. Le pusimos de nombre Nuevo Cantábrico, en honor al pueblo llamado Cantábrico en la región de Serenitas, del que era originaria buena parte del regimiento. Al poco de montar la base, sufrimos una terrible ofensiva del Ejército Invencible de YuJing. La visión del escuadrón de la armada imperial aproximándose era impresionante. Varios tecno-navíos de línea de última generación, acompañados de algunas naves de escolta y muchas de desembarco, se dirigían a máxima velocidad hacia nuestra costa. La poca artillería de la base empezó a darles la bienvenida con poca esperanza de frenarlos mientras nuestra propia flota, dirigida por el Comodoro Barroso, les salió al paso aún estando en inferioridad de condiciones para evitar que la base fuese barrida por el fuego enemigo. Pero el bloqueo naval no pudo frenar a la mayoría de los escurridizos navíos de desembarco. Yo, como teniente, estaba al mando de un pelotón de Orcos con sus relucientes armaduras de Omnia Research que pronto iban a ser puestas a prueba. En la playa, las compuertas de los transportes imperiales se empezaron a abrir y los diferentes escuadrones de infantería pesada salieron en tromba, empezando por los marines HaiDao y los innumerables soldados de Terra-Cotta, abriendo fuego a discreción. El primer golpe fue brutal y varios grupos de fusileros empezaron a retroceder, cediendo sus posiciones. La 67 compañía de Bolts, en un ejercicio de valor encomiable, fue a cubrir el hueco y aguantar el castigo de los Yan Huo, con sus terroríficas armas pesadas, que se habían unido como segunda oleada del ataque. Nosotros, habíamos lanzado un ataque por el flanco de los soldados de Terra-Cotta para aliviar la situación de los Bolts, pero pronto vimos aparecer las siluetas de las tropas Mowang recortadas por la luz del amanecer. Sus gigantescas armaduras nos hacían parecer enanos y resistían nuestras ráfagas, mientras nos devolvían el fuego haciéndonos caer uno tras otro. He de reconocer que pensé que mi pelotón no salía de esa, pero la puntería mortífera de nuestra Guardia Aquila, muchos de ellos compañeros de academia, que venían avanzando desde la retaguardia, comenzó a diezmar a los Mowang y nos dio un respiro. Aún así, debido a la inferioridad numérica, era cuestión de tiempo hasta que cayéramos derrotados. Sólo la milagrosa aparición de la aviación panoceánica nos salvó del desastre, obligando a la flota yujingiana a retirarse.



    - O sea que estuvo a punto de morir en si primera misión…



    - Sí, y en muchas más, la guerra es así. No es ningún juego.



    - Por supuesto. Pero cuéntenos más, este es un programa sobre héroes y sus hazañas.



    - Pues ha elegido mal su héroe. Yo sólo soy un soldado que cumple con su deber. Pero claro que puedo contarle más del excelente trabajo de mis compañeros en aquellos tiempos: Desde el principio de la guerra hasta su fin tras la paz de Rio Negro en diciembre de 2170 nos vimos involucrados en muchos combates contra el imperio de Yujing. Brutales batallas al más alto nivel en números y tecnología en las que se perdieron las vidas de muchos hombres y mujeres buenos, luchando por las fronteras y los recursos de este nuevo planeta. Pero el más extraño de los enfrentamientos fue en la tercera y final guerra colonial, en 2172. Para aquel entonces, por los servicios prestados (y por las enormes bajas entre los oficiales, no nos engañemos) ya había sido ascendido a capitán de toda la compañía de Orcs de mi regimiento y, con la globalización de la guerra, los combates eran ya no sólo contra el ejército imperial sino también contra la Espada de Alá por la frontera directa que compartíamos con Asyut. Nuestros enfrentamientos eran contra su infantería pesada, principalmente Asawiras y Janisarios que, apoyados por pelotones de Azrail y Al Fasid, intentaban no perder terreno ante nuestras embestidas. Y no lo hubiesen conseguido si no fuera por la guerra de operaciones encubiertas que llevaban a cabo en nuestra retaguardia. De alguna manera, siempre lograban infiltrar un pequeño grupo que retrasaba nuestros refuerzos, saboteaba nuestra artillería o cualquier otra actividad de ese tipo. Por ello, varios oficiales de mi regimiento decidimos reunirnos con agentes del Hexaedro para buscar una solución. Ellos incrementaron sus actividades tras las líneas enemigas mientras nosotros formamos grupos mixtos entre nuestras compañías para apoyar las infiltraciones de nuestro bando y reaccionar a los enemigos infiltrados.



    - Pero ¿cuál fue ese enfrentamiento tan extraño?



    - A eso iba. En el marco de una de esas operaciones de contra-inteligencia, yo decidí hacerme cargo del mando en persona, debido al nivel de criticalidad: El teniente general Wilson, al mando de nuestro teatro de operaciones, había estado visitando el frente junto con un alto directivo de Omnia Research y alto funcionario de Aleph. Tenían una agenda que compartieron con nosotros y otra que era altamente confidencial. El caso es que cuando iban a abandonar la base, nuestros agentes del Hexaedro nos informaron de que había habido una brecha de seguridad en el sistema informático y probablemente la inteligencia haqqislamita había accedido a las rutas de traslado de los VIPs.



    - ¡Qué emocionante! ¡Es como el guión de una película de acción!



    - Sí, quizá. Pero con la diferencia de que la responsabilidad y las posibles consecuencias eran muy reales. Por ello reuní a una task forcé en el momento y salimos hacia una ruta no-planeada. En dirección a un Aplekton a pocos kilómetros donde un pequeño helipuerto podría servir como evacuación alternativa. Ser rápidos e improvisar evitaría cualquier interferencia enemiga. Los tres VIPs salieron en dos vehículos ultrarrápidos de camuflaje en jungla acompañados de diez soldados de élite: tres bolts veteranos con diferentes especialidades, el fornido guardia Aquila Merk con su legendaria ametralladora, mi sargento Orc de confianza (Subramanian), los dos agentes Hexa que descubrieron la filtración, la guardaespaldas del magnate de Omnia, el guardaespaldas del alto funcionario de Aleph y un servidor al mando. Con esos vehículos sería cosa de cuarenta minutos llegar allí, pero, cuando sólo faltaban diez para llegar, … ¡BOOOM!



    - ¿Cómo que BOOM? ¿Explotaron los vehículos?



    - No, por suerte. Pero una explosión frente a nosotros hizo que perdieran el control y se estrellasen contra los enormes árboles de la jungla de Paradiso. Gracias a Dios, no hubo choque frontal y ninguno resultó herido. Cuando salimos de los vehículos tuvimos que esforzarnos por recuperarnos del impacto rápidamente porque nos encontramos rodeados por un equipo de asesinos de la inteligencia haqqislamita. Varios Govads apuntaban hacia nosotros con sus armas pesadas aún humeantes y sus visores activados, y estábamos seguros de que habría muchos más hassassins camuflados a nuestro alrededor. Nosotros lo suponíamos, pero Merk lo sabía a ciencia cierta gracias al visor multiespectral de su armadura Aquila de última generación y abrió fuego sobre ellos. Los asesinos Farzan que habían puesto las minas antivehículos cayeron los primeros y luego un asesino Lasiq que nos apuntaba con su fusil viral. Pero, antes de que pudiera seguir disparando, los francotiradores Govads lo abatieron. Sin el empuje de Merk, las otras tropas camufladas salieron de su escondite para acabar con nuestros Bolts veteranos, mientras Subramanian y yo vengábamos a Merk. Mientras, nuestros dos agentes Hexa desaparecieron gracias a su camuflaje termo-óptico y los dos guardaespaldas, Subramanian y yo retrocedíamos con los VIPs en busca de cobertura. De repente, de entre la maleza, seis figuras de asesinos Ayyan se abalanzaron sobre nosotros con sus armaduras pesadas. Abrimos fuego, pero la mayoría de ellos eran hologramas y, con su contraataque, acabaron con Subramanian y el guardaespaldas de Aleph. Desesperado, me lancé a un combate cuerpo a cuerpo con el primer Ayyan, mientras el segundo se abalanzaba sobre el alto funcionario de Aleph. Al parecer, la guardaespaldas de Omnia Research, Alicia Müller, no iba a mover un dedo si no era para defender a su directivo. Mientras forcejeaba con el haqqislamita, vi como un agente Hexa aparecía por la retaguardia de los últimos Govads y los eliminaba. A todos menos a uno que, gracias a su visor, le devolvió el disparo y acabó con su vida. Mi teniente general, con un certero disparo de su pistola, eliminó al soldado de Alá. Cerca de mí, el último Lasiq se lanzó sobre el directivo sólo para caer bajo la nube del nanopúlser de Müller. Aún más cerca, pude observar cómo el segundo Ayyan arrastraba al funcionario hacia las entrañas de la jungla e iban a desaparecer de nuestra vista. No sé qué información llevaría consigo y qué protocolo de seguridad seguiría, pero sacó un instrumento de su bolsillo y se reventó el cuello, incluida su petaca, dejando al asesino frustrado y ensangrentado. Con fanatismo religioso, el Ayyan tomó su fusil de precisión y, lleno de rabia, lanzó una ráfaga sobre los VIPs que hirió al teniente general y acabó con la vida del directivo de Omnia a pesar de que Müller interpuso su cuerpo. A duras penas, yo había sido capaz de acabar con mi oponente, rodé para recoger mi multi-rifle, seleccioné munición contra armaduras pesadas y terminé con la vida del último asesino.



    - ¡Wow, wow! ¡Una pausa para reponerme! ¡Qué historia! O sea, que allí estaba usted con la tal Alicia Müller y su teniente general herido, y… espere… un momento… pero usted sólo me ha contado de la muerte de uno de sus agentes Hexa ¿qué ocurrió con el otro?



    - Muy observadora. Estábamos intentando levantar al teniente general Wilson cuando oímos ruidos en la maleza frente a nosotros. Müller y yo nos pusimos en posición de fuego de supresión esperando una nueva oleada de asesinos y al abrirse la vegetación…



    - ¿Qué? ¿qué?



    - …apareció un hermano guerrero de la orden dominica que nos apuntaba con su fusil.



    - ¿Cómo?



    - Dudamos por un momento en disparar y él fue más rápido. Pero falló. O eso creímos. Nos giramos, incrédulos, y vimos desplomarse a nuestro segundo agente Hexa, Jansen. Pero según caía su apariencia de Hexa se iba desdibujando y una imagen con el uniforme de asesino Fiday tomaba su lugar. No sabíamos por cuánto tiempo, pero había ocupado el lugar de Jansen y pasado información confidencial, incluido nuestro viaje relámpago.



    - ¡Increíble! Y ¿quién era el fraile?



    - Su nombre era Yves Lacordaire. Como monje negro, estaba encargado de misiones de contraespionaje. Llevaba tiempo sospechando que había alguien infiltrado en nuestro cuartel. Había estado escaneando a casi toda la base con su visor biométrico pero no se le había ocurrido pensar en los agentes de hexaedro, que son especialmente cautos y entrenados para no ser substituidos. Pero, poco después de que nos marcháramos de la base tuvo una intuición, una intuición que nos salvó la vida. Más aún, como nuestros transportes estaban dañados, nos llevó los últimos kilómetros en el suyo hasta nuestro objetivo, el Aplekton- 0613. Pero nuestra sorpresa fue terrible cuando llegamos y vimos la base destrozada por un ataque nómada. Las fuerzas de Bakunin aún estaban allí, luchando contra las últimas unidades de la SSO, que defendían su zona de los brutales ataques de grupos de Taskmasters acompañados de dos TAGs Lizard, mientras la infantería ligera nómada se preparaba para invadir el recinto. En un último acto de lealtad, las tropas de Aleph activaron la autodestrucción de su base, que empezó a sonar la alarma para alertar de la explosión.



    - Y ¿se quedaron allí?



    - No, claro que no. Decidimos darnos la vuelta y volver a la base, pero nos dimos cuenta de que un grupo de Prowlers y Zeros camuflados había detectado nuestra presencia y nos estaba rodeando. A punta de pistola, nos sacaron de allí junto al resto de sus tropas mientras la base de la inteligencia artificial explotaba con estruendo. Frustrados por no haber conseguido sus objetivos, nos maltrataron y nos encerraron a los cuatro en una de sus naves, con unos monstruosos miembros del grupo Morlock como carceleros. Despegaron rápidamente porque sabían que tras la brutal explosión y la humareda, el ejército panoceánico no tardaría en presentarse allí. Volamos rápido, muy rápido. Hacia lo que luego supimos que era la frontera con el territorio de YuJing. Allí se dispusieron a ascender hacia la estratosfera, pero fuimos alcanzados por varios disparos de artillería pesada y empecé a oír gritos: Wir stürzen ab! Notlandung! Notlandung!. Con el poco alemán que había aprendido de mi abuela, puede entender que nos preparábamos para un aterrizaje de emergencia.



    - Pero bueno ¡esto es una sucesión de desgracias! Como le tengo delante, sé que sobrevivieron al impacto, pero ¿cómo salieron de allí?



    - Con mucha suerte. La nave había sufrido muchos daños por los disparos en lado contrario al nuestro y buena parte de la tripulación había muerto. Con el impacto, la puerta del compartimento en el que nos tenían encerrados se desbloqueó, pero el golpe había acabado con la vida de Yves. Al salir, completamente aturdidos y ensangrentados, vimos que la mayoría de los nómadas salía corriendo de la nave por si explotaba y se alejaba para evitar ser hecho prisionero del imperio. Sólo un de nuestros carceleros Morlock permanecía allí, aún vivo como dispuesto a darse un último placer de violencia. Mi teniente general había perdido mucha sangre y se agarraba a las paredes para no caer. Los únicos con fuerza para enfrentarnos al monstruo con las manos desnudas éramos Alicia y yo. No fue fácil, pero entre los dos conseguimos acabar con él. Luego huimos de allí y durante un par de días caminamos por la selva hasta la frontera de Gayatri, donde se encontraba la primera base fronteriza panoceánica, Traianus. Y, por fin, estuvimos a salvo.



    - ¡Vaya! Prometió una historia especial y no ha defraudado. Y ¿qué pasó con el teniente general? ¿y con la guardaespaldas? ¿la volvió a ver?



    - El teniente general Wilson sobrevivió y jugó un papel fundamental más tarde durante la primera ofensiva alienígena, en la que desgraciadamente perdió la vida. A Alicia [sonrisa…] sí, la volví a ver. De hecho, muchas veces. Y empezamos una relación que acabó en boda tras la última guerra colonial.



    - O sea, que conoció a su mujer luchando juntos por la jungla. ¡Qué bueno!



    - Sí, supongo que eso le pega más al currículum de soldado que tener una madre cirujana plástica [risas]. Alicia y yo empezamos viviendo en Vedi, pero pronto nos mudamos a San Marco, la pequeña ciudad que el estado neoterrícola de Pax estaba construyendo al sur de la provincia de Vedi. El lugar era paradisiaco y no estaba a muchos kilómetros de mi base. Allí vivimos muy felices tras el final de la guerra y tuvimos dos hijos. Sólo tuve que dejar a mi familia una vez por culpa de las Guerras Comerciales en Ariadna. Ya conoces el conflicto que se desató en ese planeta cuando fue redescubierto hace diez años por la sonda Nitirri. En este caso no puedo contarte detalles porque fue una larga misión de alto secreto.



    - Pero a la vuelta ya era usted comandante.



    - ¡Qué casualidad! ¿verdad? [sonrisa]. Por la razón que sea, me habían puesto como comandante al mando de la compañía multitask 225. Las compañías multitarea se habían diseñado durante las guerras coloniales como un elemento de flexibilidad para una guerra que combinaba grandes enfrentamientos con guerrillas. Estaban formadas por pelotones que contenían miembros de unidades muy diferentes (desde infantería pesada hasta de infiltración, pasando por especialistas de todo tipo). Eran ideales para un despliegue rápido y una respuesta adaptada a entornos cambiantes.



    - Espero que sí pueda contarnos algo de sus experiencias en este caso.



    - Mis primeras experiencias con estos pelotones no fueron las que yo esperaba. Todo estaba pensado para mejorar el tipo de acciones que se habían desarrollado en las Guerras Coloniales, pero algo ocurrió en las últimas que desató el desastre. Las civilizaciones alienígenas que se conocen como el Ejército Combinado se presentaron en Paradiso sin previo aviso. La primera ofensiva fue devastadora. Como sabrás por la prensa de ese momento, los dos continentes fueron atacados y, en Septentria, se barrieron las regiones del oeste. Sobre el ejército alienígena no estoy autorizado a darte detalles, pero si puedo decirte que su sabotaje de alta tecnología dejó descoordinada a toda la Paradiso Control Force cortando todos los sistemas de comunicación durante muchas horas. Pero nuestros héroes, aún “a oscuras”, son imparables. Ante la falta de contacto con los mandos y entre sí, cada regimiento tenía algo muy claro: La defensa de la población era la primera prioridad. En la región occidental de Gaytiri, Taittiriya, nuestros soldados cayeron aguantando la embestida mientras la población quedaba atrapada en la ciudad bajo el ataque. Las divisiones de la región vecina de Aritya, sin saber dónde se metían por la falta de comunicación, simplemente se embarcaron en sus transportes aéreos y se plantaron en las ciudades del oeste para ayudar a crear corredores de evacuación, permitiendo a los civiles huir en sus transportes militares. Ellos se quedaron allí hasta el final, pagándolo con sus vidas. Más tarde llegaron también tropas de la región central de Rilaspur y empezaron a poder contener la situación en la frontera entre Taittriya y Aritya. Nosotros, ante la falta de información, fuimos obligados a permanecer en la base. Alerta por si había también un ataque en nuestra costa este. Pero no fue así. Al recuperarse las comunicaciones, se nos pidió que mandásemos refuerzos para mantener el frente. Y varias compañías del regimiento no.8, incluida la mía, fueron enviadas a diferentes puntos. Llegamos al final. Ver la destrucción fue descorazonador, pero a la vez un orgullo el poder ver el impagable sacrificio de tantísimos hombres y mujeres de la Paradiso Control Force que dieron sus vidas por salvar a la población. Por muchos monumentos y homenajes que se les hagan nunca serán suficientes. Que Dios los tenga en su gloria.



    - Entonces ¿no pudo participar en las guerras contra el alienígena?



    - No en la primera ofensiva, salvo en labores de rescate de supervivientes e inspección tras las líneas enemigas.



    - Y ¿nos puede contar lo que vivió allí en terreno alienígena?



    - Lo siento, eso es información reservada.



    - Vaya. Pues continúe. ¿Qué pasó después?



    - Después las cosas cambiaron. El mando panoceánico en Paradiso decidió reestructurar la estructura militar debido a las enormes bajas y la necesidad de una nueva estrategia ante aquel enemigo desconocido. Así, se desintegró la Paradiso Control Force y se llegó a los actuales grupos de combate. El nuestro, el de Septentria, cubrió sus bajas en su abrumadora mayoría con tropas de la provincia de Darwin, en el estado de Lux de Neoterra, ya sabes. Y por su origen australiano, recibimos el nombre de grupo de combate Red Kangaroo, alias Red-K. Nuestra brigada de marines Pensacola también sufrió la reorganización. Debido a su larga experiencia en combate en las Guerras Neocoloniales, dos de los regimientos fueron integrados en las divisiones de primera línea del Red-K. El nuestro, el regimiento no.8 fue asignado a la División Boomerang de Vedi. La División Boomerang estaba pensada como grupo de intervención rápida y defensa de la costa este. Como buen boomerang, podía ser lanzado contra el enemigo en el frente alienígena pero luego había de volver a su lugar de origen para protegerlo. Y no hizo falta mucho tiempo para tener que usar el boomerang.



    - ¿Se refiere a la segunda ofensiva?



    - Efectivamente. Aún sabiendo que se produciría, el segundo ataque no dejó de sorprendernos por su brutalidad. Los primeros puestos fronterizos cayeron rápidamente y el frente duro en Septentria se estableció alrededor de la ciudad costera de Aritya. Por mar, la defensa fue llevada a cabo por unidades de la marina neoterrana (como nuestros compañeros del escuadrón Bahamas 1782) y del planeta Varuna. Muchísimos navíos se perdieron a causa de la superioridad tecnológica del Ejército Combinado, pero pudieron evitar que sus naves se acercaran a la ciudad para bombardearla. En tierra, las colinas de la región se convirtieron en un escenario de muerte y sangre. Diferentes regimientos del Red-K formaban un muro contra el que arremetían las oleadas de alienígenas. El tiempo de combate fue largo y los diezmados batallones eran substituidos uno tras otro por tropas de las regiones del este. También nuestra división Boomerang entro en acción. Nuestras tres brigadas, rotaban entre la presencia en el frente y la defensa de la costa sur de Vedi. Nuestra brigada “Tasman Sea”, la primera, perdió el primer regimiento y parte del tercero a lo largo del conflicto. Y la brigada “Greymouth”, la segunda, perdió todo el regimiento del coronel Turner incluyéndolo a él. Nuestra brigada era la tercera, la única que no estaba compuesta por tropas neoterranas de la región de Darwin. Tenía tres batallones: el batallón África-7, voluntarios de La Tierra, de las pocas zonas africanas bajo legislación de Panoceanía. Estaban a las órdenes del coronel Okonkwo y su infantería media, especialistas en acciones anfibias, se enfrentaron en varias ocasiones a las unidades Shasvastii que intentaban infiltrarse a través de las marismas. Perdieron casi a un tercio de sus hombres. El batallón Mediterráneo, también procedía de La Tierra, de Europa. El coronel Moretti, que lideraba tres regimientos con soldados de las eurorregiones de Itálica, Hispania y Balcania, llevó a cabo uno de los actos más heróicos de esa guerra. Lanzaron un ataque kamikaze contra la artillería de larga distancia tras las líneas enemigas, que había avanzado lo suficiente para alcanzar la poblada ciudad y causar muchas bajas civiles. Su misión fue un éxito, pero perdieron casi el 70% de sus tropas: los batallones de los tenientes coroneles Pacheco y Rinaldi fueron aniquilados. Sólo el primer batallón, con el comandante Ibarra como oficial de mayor rango superviviente, fue capaz de volver con vida, trayendo consigo a un malherido coronel Moretti. Mi batallón fue destinado a abrir corredores de evacuación de civiles y fue sometido al continuo hostigamiento de infiltrados del Ejército Combinado que buscaban causar las mayores bajas posibles entre la población, y con ello el terror generalizado.



    - ¿Y usted?



    - Yo, como ya dije, estaba al mando de los tres pelotones multitask. Y nuestras misiones eran operaciones especiales de sabotaje a los alienígenas, contrainteligencia o recuperación de personas o bienes de importancia crítica que habían quedado tras las líneas enemigas. Pero, a riesgo de arruinarle el programa, no puedo revelarle el contenido porque es confidencial.



    - ¡Vaya! Pero cada vez que hace algo confidencial le ascienden. Porque, al final de la segunda ofensiva, fue ascendido a teniente coronel ¿cierto? En fin ¿qué me puede contar?



    - Al hacerme cargo del batallón 24, después de que terminase la segunda ofensiva, tuve que reestructurarlo por las bajas sufridas. Muchos veteranos en operaciones especiales en la Niemandszone y el comando neoterrano en Borde de la Humanidad, Dark Star, se incorporaron a las compañías multitask, lo cuál sería de vital importancia en las siguientes misiones. La primera fue el conflicto de la isla de Flamia. Seguro que conoces los orígenes de la disputa porque estuvo en la prensa varios meses. El caso es que, dado el caos y las disputas multinacionales montadas, el alto mando de Panoceanía en Paradiso decidió enviar a multiples pelotones multitask dejando al grueso del ejército regular en sus posiciones de defensa. Nosotros mandamos a nuestra compañía 225 junto a algunos especialistas en logística y artillería de desembarco del batallón que prepararon una cabeza de playa en el este de la isla. Yo mismo, junto al comandante Jackson [un saludo, viejo amigo] formamos parte del contingente. Nuestra misión consistía en eliminar cualquier presencia alienígena y también proteger la jurisdicción panoeánica de los intereses ilegales de otras naciones de la Esfera. En particular, nos sorprendieron los ataques brutales de los Cuerpos Expedicionarios de Ariadna (AEC) en Paradiso. Nos vimos envueltos en múltiples combates de guerrilla en la jungla y tuvimos que proteger nuestras instalaciones de intentos de sabotaje. Como ya sabes, al final se impuso la cordura y Panoceanía y sus legítimas demandas prevalecieron.



    - Ya me acuerdo, eso fue un poco antes del incidente de Wotan.



    - Sí, nuestro equipo tuvo que participar también en el conflicto de Wotan. Para esa misión se requerían expertos en operaciones especiales en el espacio y nuestra compañía 224, que había sido reforzada con los veteranos de Dark Star en Borde de la Humanidad, era una opción ideal. Acompañados por una corbeta de los Caballeros de Santiago, se dirigieron a la puerta de Wotan donde, de nuevo, se estaba desatando un conflicto multinacional. Allí, llevaron a cabo operaciones de contrainteligencia y, sobre todo, defendieron nuestras bases de los asaltos de una nave de guerra del Ejército Combinado. ¡Ya ves! … ¡auténticos héroes defendiendo la seguridad de la Esfera Humana allá donde haga falta!



    - Ya, pero siempre nos cuenta muy poco sobre los alienígenas.



    - Espero que comprenda es mi deber, pero piense que no hace falta saber más que nuestros soldados siempre han conseguido pararles los pies.



    - En fin… Qué respuesta tan poco jugosa. Pasemos a otro tema. Usted fue elegido como oficial del Steel Wall en la guerra entre el nuevo Japón y YuJing ¿Cómo fue eso?



    - Bueno, como se sabe, el conflicto por la secesión comenzó en Agosto de hace dos años. Y, como en todas las demás provincias japonesas en Yujing, también en la península de Fukaitani, que está muy próxima a nuestra región de Vedi, la rebelión comenzó con el asalto japonés a los cuarteles del Servicio Imperial y la ejecución de sus miembros. Las tropas de su base orbital de Tachibana la abandonaron y se unieron al alzamiento en Fukaitani. El imperio de Yujing envió a sus divisiones 11 y 21 del ejército Bandera Verde para aplastar a los rebeldes y se comenzó una guerra cruenta. Panoceanía se comprometió a intervenir sobre el terreno mediante la operación Steel Wall y a asegurar apoyo orbital, aéreo y naval a los japoneses. Así, dejé a mi mujer y mis hijos en San Marco de Vedi y navegué hasta el sur con un contingente de la marina, pero no entramos en combate directo. Fue terrible ver cómo personas de la misma nación se pueden enfrentar con tal violencia. Por la posición que tengo, no pondré adjetivos a ciertas acciones, pero las ejecuciones tras el levantamiento de unos y actos como la voladura de la presa de Kawaso y la correspondiente perdida de vidas civiles por otros, hablan por sí mismas. Fue realmente muy triste. Aún más cuando tenemos a un enemigo alienígena a las puertas amenazando a toda la humanidad.



    - Me lo puedo imaginar. Los reportajes en prensa del conflicto fueron espeluznantes. Vivirlo allí tuvo que ser horroroso. Una pregunta: ¿también le llevaron por la Steel Wall a Amanecer? Pero ya había acabado el conflicto ¿cierto?



    - No realmente. La guerra de secesión había acabado y me habían invitardo a viajar a Amanecer, al estado de Abdera que está bajo legislación de Panocenía tras el final de las Guerras Comerciales. Allí en la capital del continente, Bandrika City, se iba a celebrar un congreso militar para implantar los Multitask Platoons en Amanecer, y querían mi experiencia y mis consejos de primera mano. Y allí fui, acompañado de mi compañía 226 multitask.



    - Pero allí sí se reavivó la llama del conflicto…



    - Bueno, fue un conflicto diferente, estando en mitad del congreso se desató una tormenta internacional por los recién descubiertos recursos de Nesseum y Tesseum en el territorio japonés de Novvy Cimmeria. La locura, la ambición y otros intereses ocultos lanzaron a las fuerzas de las naciones unas contra otras. Yo embarqué con mi compañía 226 hasta la base in-situ Panoc-23 y, junto con el comandante Robledo, organizamos la defensa de nuestras posiciones en tiempo récord. Pero no sólo fue mérito nuestro, otras tropas que se encontraban en Amanecer contribuyeron al éxito de la defensa aunque lo relevante es lo que ocurrió…



    - Un momento coronel… Nos dicen que tenemos una noticia de última hora. ¡Se han declarado masivos ataques alienígenas a diferentes naciones en Paradiso! ¡Parece una ofensiva coordinada! ¡La tercera ofensiva! Coronel ¿usted qué va a…..? ¡coronel, coronel! ¿a dónde va? … Parece que el deber le llama. Ya lo ven, queridos espectadores. Acción del más alto nivel y ¡en directo!.
     
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    Fantástico, sumamente entretenida esa entrevista. En verdad captura ese glamour que irradia PanOceanía en Maya.
     
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  3. Skullmar ENG

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    Gracias. Me apetecía escribir algo con la historia, el pasado, de Panoceanía, en particular de Neoterra. Sobre Amanecer se sabe mucho, pero de las colonizaciones de Pano casi nada.
     
  4. Skullmar ENG

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    A ver si me animo a escribir una parte con la tercera ofensiva...
     
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